El secretario de Salud argentino definió al tema como una "catástrofe epidemiológica" y resaltó los acuerdos logrados para prevenir y controlar el fenómeno. Los asistentes a la cumbre también impulsaron el compromiso de actuar frente a la creciente resistencia a los antibióticos.
El secretario de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein destacó la importancia de que el G20 le diera cabida al debate sobre el sobrepeso, la obesidad y la malnutrición infantil y subrayó la posibilidad de que a partir de este hecho surjan nuevas “políticas globales” para “prevenir y controlar” a un fenómeno al que definió como una “catástrofe epidemiológica” para los países en desarrollo.
El funcionario resaltó así una de las principales conclusiones a la que se llegó durante la cumbre desarrollada en el NH Gran Hotel Provincial de Mar del Plata, que reúne a los ministros y altos cargos del ámbito de la salud de los países del G20.
Durante una conferencia de prensa que comenzó a marcar el cierre de la actividad, Rubinstein destacó la importancia de que se trabaje a nivel global para combatir a la obesidad y la malnutrición infantil no sólo desde los sistemas sanitarios, sino también desde la “producción, distribución y el consumo” para asegurar que los alimentos saludables estén “disponibles y sean asequibles” para la sociedad, especialmente, para los más pequeños.
Su visión fue compartida por los otros dos funcionarios que compartieron con él la conferencia de prensa, en este caso, Thomas Gebhart, secretario de Estado Parlamentario del ministro federal de Salud de Alemania, y Chieko Ikeda, ministra asistente principal de Salud Global de Japón.
En ese marco Rubinstein también reconoció el valor de que durante el encuentro, además de la problemática del sobrepeso, la obesidad y la malnutrición infantil, la agenda de debate haya incluido otros temas cruciales para la salud pública mundial, como la resistencia antimicrobiana, la cobertura universal de salud y el fortalecimiento de los sistemas de salud frente a las emergencias.
En relación a la alimentación infantil Rubisntein remarcó que el hecho de que el tema esté en debate dentro del G20 -confirmado por las naciones con mayor PBI- representa una oportunidad para “compartir experiencias sobre cómo poner un freno a la comida chatarra y mejorar el acceso a los alimentos saludables“.
Por su parte el alemán Gebhart, también consideró que la incorporación de la obesidad y el sobrepeso infantil a la agenda es un “gran paso adelante”.
En este sentido, abogó por lograr que las personas puedan acceder a una alimentación saludable.
“Generar conciencia sobre cuáles alimentos son saludables y cuáles no es muy importante y para eso hacen falta campañas de información. Los países podemos aprender del intercambio de experiencias”, señaló.
En la misma línea la japonesa Ikeda sostuvo que “el acceso a la alimentación saludable es muy importante, pero tenemos que tener en cuenta que el primer paso es la educación”.
Por otra parte los funcionarios se refirieron a la resistencia antimicrobiana, al cual definieron como uno los grandes temas de la reunión.
Al respecto, Gebhart indicó que si bien los antibióticos han contribuido a reducir el impacto de muchas enfermedades y advirtió su mal uso está causando dificultades en todo el mundo. “Ningún país puede solucionar este problema de forma individual. Se necesitan respuestas nacionales e internacionales y el G20 puede liderar con el ejemplo en este tema”, explicó.
Sobre este mismo asunto, Rubinstein sostuvo que “la resistencia antimicrobiana relacionada con la prescripción irracional de antibióticos y su uso para la producción de alimentos de origen animal genera un panorama que preocupa a las autoridades sanitarias de todo el mundo”.
Durante el encuentro el funcionario argentino también aclaró que la Cobertura Universal de Salud, otro de los temas de debate del cónclave “no es sinónimo de cobertura mínimas, sino una estrategia avalada por Naciones Unidas. “En nuestro país el 100% de la población accede a atención médica en hospitales públicos. Lo que aún no podemos garantizar es que esas prestaciones sean de calidad en todos lados. Aún debemos trabajar para que no hayan diferencias entre provincias”, indicó.